SebaSchiume y el rompecabezas emocional que se baila: así será Fragmentos
Hay discos que parecen querer contarte algo más allá del sonido. Que te invitan a cerrar los ojos, mover el cuerpo y, sin darte cuenta, meterte en un viaje introspectivo. Eso es lo que propone Fragmentos, el primer álbum de larga duración de SebaSchiume, que verá la luz este 23 de mayo. Mientras tanto, ya se pueden escuchar dos adelantos: “Infinito” y “Laberinto”, pequeñas pistas de un universo sonoro donde lo onírico y lo visceral se entrelazan.
Charlamos con Seba en medio de los preparativos del lanzamiento, y la conversación se fue armando como su disco: con pedacitos de ideas, de experiencias, de emociones y referencias que terminan construyendo algo más grande.

“Fragmentos empezó a tomar forma entre 2023 y principios de 2024”, cuenta Seba. “Venía con algunas ideas dando vueltas, algunos temas casi terminados, y otros que nacieron en momentos más bajón, donde la música fue como una especie de terapia. Un día, en un taller de obra con Juan Ibarlucía en @territorio_org, me propusieron cerrar esas maquetas… y cuando me quise dar cuenta tenía un disco armado”.
Ese rompecabezas emocional que fue juntando canción a canción no solo da nombre al álbum, sino que resume bastante bien el espíritu del proyecto: “Son los pedazos que fui pegando para terminar el disco”, dice Seba, sin vueltas.
Pero ojo: no es solo introspección. Hay también frenesí, calle, baile, contemplación. Una tensión constante entre opuestos que conviven y se alimentan mutuamente. ¿Influencias? “Uf, un montón”, se ríe. “Desde Aphex Twin, Burial, Arca, Dengue Dengue Dengue, hasta amigxs como San Ignacio, Barrio Lindo o Barda. También series como Twin Peaks, que tiene ese toque surrealista que me encanta”.
A nivel sonido, Fragmentos también representa una especie de giro o mutación en su camino musical. “Sí, me corrí un poco del downtempo más orgánico, y ahora estoy explorando un downtempo más electrónico, si querés ponerle una etiqueta. Quise volver a algunas raíces más rotas: dub, UK dubstep, jungle… cosas que escuchaba al principio y que se mezclaron con descubrimientos más recientes. Fue como encontrar un nuevo punto medio entre lo que hacía y lo que quiero seguir haciendo”.
El proceso fue bastante libre. “No tengo una manera fija de componer. A veces arranco con una melodía, a veces con un ritmo. Otras veces me pongo a resamplear cosas y de repente hay un sonido que me dispara todo. En esta etapa me acompañaron un montón: Nico Brito como oreja crítica, Juli Maidana, Juan Ibarlucía, y muchos amigxs que escucharon y bancaron. Sin esa red no habría disco”.
Lo visual también juega un rol clave. “El arte del disco lo trabajé con Lola Ritual. Desde el principio tenía en mente algo blanco y negro, textural, abstracto. Le pasé algunas referencias y le di libertad. Trabajamos re bien. Para mí lo visual es tan importante como lo sonoro: completa el relato. Mucha gente me dice que mi música tiene algo cinematográfico y me gusta que así sea”.
Y hablando de relatos: Fragmentos también tiene un cuerpo. O mejor dicho, lo interpela. “El cuerpo lo es todo. Es lo que movemos cuando escuchamos música, lo que se activa. Me interesa que cada quien escuche los temas donde quiera: en una pista, en la cocina, en auriculares, en una juntada. Que sea una experiencia propia”.
Para quienes quieran vivir esa experiencia en vivo, hay buenas noticias. Seba está preparando una fecha especial: “No sé si lo puedo decir todavía pero bueno… el 13 de junio voy a estar presentando Fragmentos en La Tangente. Va a ser una fecha muy especial”.
¿Y qué espera que le pase al público cuando escuche el disco por primera vez?
“Que tenga una linda experiencia, que pase un buen rato. Que le sirva para inspirarse o simplemente para sentirse bien. Que lo escuche, ya con eso me doy por hecho”.
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